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miércoles, 22 de mayo de 2013

La comunicación Popular como forma de lucha

Una de las formas que los gobiernos autoritarios y represores usan para someter a los pueblos es a través de los contenidos que vemos y escuchamos a diario en los medios masivos de comunicación.

2013-05-22 | Autor: Sam Fouilloux
Twitter: @sam_fouilloux

Una de las formas que los gobiernos autoritarios y represores usan para someter a los pueblos es a través de los contenidos que vemos y escuchamos a diario en los medios masivos de comunicación.

En un noticiero, un programa de concursos, una mini serie, una película o una telenovela en apariencia inofensivos y diseñados sólo para entretener, existen imágenes, sonidos y lenguajes que subliminal o explícitamente manipulan la opinión pública para generar confusión ante algunos sucesos, aceptación a políticas adversas a los intereses populares y rechazo a aquellos movimientos sociales cuyas causas sean justas.

América Latina, especialmente, ha padecido con intensidad la violencia mediática y fue hasta la llegada de algunos gobiernos de izquierda como el de Fidel Castro, Hugo Chávez, Rafael Correa, Evo Morales, etc., que se comenzaron a regular para bien de sus pueblos las transmisiones irresponsables que las televisoras monopólicas de dichos países hacían en su esfuerzo por consolidar el poder de las oligarquías. A la par, esos gobernantes comenzaron a privilegiar la educación con programas para erradicar el analfabetismo, por ampliar la oferta educativa y por modificar sus planes de estudio de acuerdo a las características y necesidades reales de cada región.



En la República Bolivariana de Venezuela, por ejemplo, se han vivido diversos episodios promovidos por la derecha para retomar el poder en complicidad con los medios privados de comunicación como Rctv, Globovisión, Venevisión y Televen; fue así como el golpe de estado del año 2002 pudo sacar del poder a Hugo Chávez durante dos días pese a las acciones de resistencia del pueblo venezolano que reclamaba en las calles el regreso de su presidente, mientras las grandes cadenas televisivas pretendían dar la impresión de que en Venezuela se vivía una “transición” en calma y de gran aceptación popular. Ante esta ofensiva mediática nacional e internacional permanente contra el gobierno de Hugo Chávez, se crearon medios como Telesur y La Radio del Sur, se alfabetizó tecnológicamente a la población y se fortaleció el uso de las redes sociales.

Sin embargo, hoy en día la política comunicacional del gobierno venezolano abarca muchos aspectos agrupados en el Sistema Bolivariano de Comunicación e Información (Sibci), que no sólo fortalece los medios de comunicación públicos, sino que integra a todas aquellas formas de expresión que sean iniciativas del pueblo. A través de las llamadas Unidades de Comunicación de Calle (UCC), que son simplemente brigadas de gente organizada, se difunde información del estado, se les comunica a los funcionarios los problemas y opiniones locales y se combate la manipulación mediática a través de diferentes métodos comunicacionales que además fomentan la creatividad, la cultura, la educación y la cohesión del tejido social.

Esta perspectiva novedosa plantea las siguientes herramientas para la comunicación popular implementada en cualquier espacio público disponible: actividades culturales, cineforo (cinedebate), uso del megáfono, periódicos comunitarios, radios y televisiones comunitarias, actividades deportivas, grafitis, papelógrafos (rotafolios) y producciones audiovisuales. De tal forma que a través de acciones populares se pueda impulsar la organización, la participación y sobretodo la información entre las bases, fortaleciendo con ello la ideología revolucionaria en la República Bolivariana de Venezuela.

Es por lo anterior que ante la indudable manipulación mediática ejercida sobre la sociedad y su afectación en los procesos sociales y políticos del país, no debemos descartar como formas de lucha aquellos métodos que en apariencia son anticuados, pero que siguen impactando de manera considerable a mucha gente por ser fuentes de información alternativas y porque no todo el mundo tiene acceso a Internet. Si la información es poder, entonces habría que esforzarnos más por hacerla llegar a las calles.

Fuente: Tendedero Politíco

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