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lunes, 13 de mayo de 2013

Los gasolinazos y el Partido del Pacto

Si con Carlos Salinas de Gortari y su pacto, México sufrió graves problemas, el Pacto por México ha alentado la carestía y la escalada alcista. Nuestro país sufre riesgos de una inflación que no se manifestaba desde hace varios años.

Desde el 2009, que se comenzó a aplicar el aumento mensual en el precio de las gasolinas, aprobado por diputados del PRI y el PAN, éste ha representado un aumento del 49 por ciento. En comparación, los salarios no han subido más allá del cuatro por ciento anual, aumento que con la inflación ha quedado en el mejor de los casos en ceros. Lo cierto, es que el poder adquisitivo de los salarios se ha deteriorado cada vez más, y éstos ya no alcanzan ni para la bolsa del mandado.

No importando las promesas de campaña, la administración de Enrique Peña Nieto continúa con la misma política económica y van más allá. Desde enero de este año, decidieron que el aumento mensual a las gasolinas fuera de 11 centavos por litro. El litro de gasolina magna cuesta ahora, en mayo, 11.36 pesos, al final del año costará 12.13 pesos el litro, 11.3% más con respecto al cierre del 2012. Con ello, se colocará tres veces por encima de la inflación general proyectada.

Como si el gasolinazo no fuera suficiente, la Estrategia Nacional de Energía, presentada por la administración de Peña Nieto y aprobada recientemente en el contexto del Pacto por México, que más deberíamos de caracterizar como el Partido del Pacto, estrategia a la cual nos opusimos desde Movimiento Ciudadano, contempla la eliminación gradual de los subsidios en las tarifas eléctricas, lo que implica el alza en sus costos.

Así, en medio de la efervescencia de la visita de Obama a México, y sin que prácticamente nadie se percatara de ello, el 30 de abril, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, publicó en el Diario Oficial de la Federación, la autorización para que la Comisión Federal de Electricidad aplicara un aumento del 8.4 por ciento a las tarifas eléctricas de alto consumo. Este aumento es el más alto que se ha registrado a las tarifas eléctricas en los dos últimos años.



Aunque se argumenta que va dirigido al alto consumo, la discrecionalidad con la que la CFE factura los recibos y la agresividad con que cobra, no garantiza que afecte sólo a altos consumidores. Además, se afectará a las familias, que por las condiciones climatológicas extremas que se viven en varias regiones del país o ante las condiciones de sequía, requieren del uso del aire acondicionado y consumen más energía eléctrica. Aunado a ello, el sector industrial reflejará los aumentos de las tarifas eléctricas en el costo de su producción y será al final de cuentas el usuario quien pague por el alza del precio.

El argumento central de quienes apoyan este tipo de políticas, es que no es posible seguir sosteniendo los subsidios a los combustibles y a la producción de la energía, pues sólo benefician a quienes más consumen y al sector de mayores ingresos. Además justifican, que debido a la importación de gasolinas, se requiere que los precios se ajusten cada vez más a los precios internacionales. Ambas son mentiras que se pueden rebatir fácilmente.

Es una mentira decir que los aumentos van dirigidos a disminuir subsidios que benefician el alto consumo, pues supone que la gente que maneja un auto es de altos recursos. La realidad es que el vehículo, en un gran porcentaje, se utiliza con fines laborales y los incrementos salariales no van de acuerdo al incremento del combustible.

Pero si queda duda, las gasolinas cuestan hoy más que en EUA y los ingresos de aquí no tienen punto de comparación con los de allá. El aumento de la gasolina repercute directamente en los bolsillos de la gente de menores recursos, a través del aumento de las tarifas de transporte público, y si la presión inflacionaria continúa, se verán reflejados en los precios de todos los insumos que irremediablemente se verán afectados en sus costos de transporte.

Muestra de ello, es que de enero a abril, el kilo de tomate verde subió 300 por ciento. En una quincena, la cartera de 30 huevos subió de 42 a 60 pesos. El transporte público ha subido un peso en promedio en el primer trimestre del año. La Federación Latinoamericana de Mercados Mayoristas, alertó de un nuevo aumento en el precio del huevo para la próxima semana. También, se prevé un incremento en el precio de frutas, verduras y granos hasta de 20% para los próximos meses, provocados por la sequía, escasez de agua de riego, volatilidad en precios internacionales y especulación.

Todos estos elementos, aunado a la amenaza del PRI de gravar con IVA a alimentos y medicinas, configuran un clima realmente alarmante en nuestro país. Es una política económica criminal. Sus decisiones han quebrado las finanzas de las familias mexicanas, y están en carestía. Los raquíticos ingresos ya no alcanzan para tener los mínimos de subsistencia. Esto se tiene que parar.

Twitter: @RicardoMeb

Fuente: La silla rota

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